Licenciatura 4° Medio Humanista Científico

Diego de almeyda

TierraS Blancas

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Las despedidas nunca han sido fáciles, pero necesarias en algunas ocasiones y el 14 de diciembre se vivió la despedida del 4° año Medio Humanista Científico. Un adiós que da pie para que ellos, como generación 2022, tomen las oportunidades que la vida les entrega, donde pondrán a prueba sus conocimientos, habilidades y actitudes que han desarrollado a lo largo de sus años de enseñanza.

La ceremonia comenzó con el ingreso de los estudiantes junto a su Profesora Jefe Susana López Acuña, quien acompañó a esta generación en los últimos años de enseñanza en los que se vieron enfrentados y vivieron en primera persona el comienzo de la pandemia.

Las palabras de despedida por parte de nuestra Directora Srta. Pamela Antinao Plaza, destacaron el deseo de expresar que la comunidad educativa está muy orgullosa de haberlos tenido en nuestro establecimiento, habiendo cumplido con su etapa de vida escolar, ya que ha sido gracias a su esfuerzo, a su perseverancia y resiliencia, que llegaron hasta acá. Tenemos muy claro que si lograron este paso, pueden cumplir las metas que se propongan, no tengan dudas al respecto. Puede que tarden y den algunos rodeos, pero siempre tendrán manos amigas que los ayudarán a avanzar más fácilmente.

Junto con lo anterior, para nuestra comunidad educativa fue un placer el haber otorgado el premio a la Primera Licencia Académica al estudiante Sebastián Maluenda Maluenda y el Premio Espíritu Almeydano  al estudiante Marco Patiño Arias. 

Además, en esta oportunidad nos deleitamos al ritmo de la música y la danza, a cargo de las Academias de Arte de nuestro establecimiento, contando con la participación de estudiantes de distintos niveles del colegio. 

El discurso de despedida por parte de los estudiantes estuvo a cargo de Sebastián Maluenda Maluenda, quien entregó su sentir en las siguientes palabras: 

«Me encuentro muy conmovido y honrado de participar en nuestra
ceremonia de graduación, un día tan especial para nosotros, el cual
recordaremos con nostalgia por mucho tiempo y que sin duda quedará
grabado en nuestros corazones.

Hoy es un día que marcara el final de un periodo de nuestras vidas, en
donde tuvimos la oportunidad de compartir, de conocernos, de formar
amistades y de comunicarnos entre todos nosotros.

Hoy es un punto de inflexión en el que completamos 12 años de
estudios y ya estamos embarcados en la vida. Me imagino la emoción
que deben sentir y también nuestra angustia ante este futuro aún
desconocido.

Hemos llegado hasta aquí gracias a la fuerza que hemos demostrado
durante estos años. Lo que hemos vivido nos ha demostrado que
somos capaces de levantarnos una y otra vez para seguir adelante.
Además, nunca debemos olvidar que hemos llegado hasta aquí
gracias al enorme esfuerzo que ha hecho nuestro colegio. A
gradecer a cada uno de los profesores que día a día nos entregaban su valiosa enseñanza y conocimiento hacia nosotros.

Agradecer a todo el personal de mantenimiento, seguridad y servicios
administrativos que probablemente no veíamos tan frecuentemente,
pero siempre estaban ahí para hacernos la vida más fácil. Y de la misma manera agradecer muy emotivamente a nuestras familias que día a día nos apoyan para que seamos mejores, no sólo como estudiantes, sino que también como personas.

Me llena de felicidad saber que estamos un paso más cerca de
alcanzar estos sueños, pero también estoy triste, porque sé que para
alcanzar estos sueños tenemos que tomar caminos diferentes. Quién
diría que es tan difícil despedirse de personas que hace poco tiempo
eran completamente desconocidos. Me es irónico pensar en todas las
veces en la vida que he volteado a ver el reloj en un salón de clases
rogando que fuera un poco más rápido para que terminara la escuela y
llegaran las vacaciones. Me es irónico, porque este último par de
meses sólo volteaba a ver el reloj con la esperanza de que se
detuviera, de que se parara por completo y nos dejara estar más
tiempo juntos.

Sin embargo, el tiempo no se detiene por nadie, si hay una certeza en
el universo, es que el cambio es inevitable, así que en lugar de
lamentar lo que no podemos controlar, celebremos nuestro logro y
miremos hacia adelante…

Me gustaría mencionar que los grandes objetivos en la vida no se
consiguen de un día para otro, se consiguen normalmente luchando,
peleando y aprendiendo de las caídas; estoy convencido que todos
vosotros vais a ser grandes profesionales y lo más importante buenas
personas, pero también os digo por experiencia, que en el camino os vais
a encontrar con momentos que quizás no esperaban y con
decepciones que os harán dudar probablemente de todo, son estos
momentos en los que debéis apoyaros en vuestra familia, en vuestros
amigos y las personas de confianza que os hagan recordar cuáles son
sus sueños y objetivos para volver a soñar con ellos, fracasar sólo es
malo si no sabes como levantarte y volver a pelear, a veces caeréis
una vez y otra vez, y otra vez, es entonces cuando tenéis que ser
humildes y aceptar que a veces las cosas no salen como os queremos.
Más allá del resultado final, aunque el resultado final sea negativo, el
esfuerzo siempre vale la pena…

Sigan luchando, no dejen que nada ni nadie  haga borrosos sus
sueños, sueñen con sus profesiones, si todavía no las tienen, sueñen
con encontrar algo que quieran hacer el resto de su vida, sueñen con
nuevos viajes, nuevos proyectos y aventuras, sueñen con cambiar al
mundo, sueñen con ser felices cada día de su vida.

Esta ha sido una de cientos de lecciones de vida que hemos
aprendido en el colegio Diego de Almeyda, y ha sido mucho más
valioso que lo académico. Así que gracias a todos los que se han tomado el tiempo de enseñarnos una lección.

Y una vez más: Gracias a nuestros padres que han sido la mayor
fuente de apoyo para nosotros. Lo logramos. Ustedes y nosotros. Y los amamos por su sacrificio de enviarnos a esta escuela y por no abandonarnos a pesar de nuestras actitudes a lo largo del camino.

Gracias por mantenerse a nuestro lado.
Cuando recibamos nuestro diploma.
Este día
Solo sepan, que todos lo hemos logrado.»

Para finalizar la ceremonia, los graduados y graduadas entonaron por última vez el himno del Colegio con un corazón rebosante y lleno de emociones, a modo de despedida de lo que fue su segundo hogar durante tantos años.

Les deseamos el mayor de los éxitos y siempre recuerden que son y serán parte de esta hermosa familia Almeydana.