Ideario Almeydano
“Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo”
Ludwig von Wittgenstein
La Comunidad del Colegio Diego de Almeyda se compone de Alumnos, Profesores, Directivos, Trabajadores, Apoderados, Familiares y todo aquel que ingresa o sale del colegio tanto físicamente como espiritualmente. Por espiritual no queremos decir una condición necesariamente de carácter religioso o mitológico, sino que humana, psicológica, relacional, vital.
En este orden de ideas es que resulta imprescindible comprender con exactitud quienes somos y a qué nos referimos cuando nos encontramos alrededor de nuestro proyecto educativo. Todos debemos tener una idea relativamente aproximada y común de lo que significan los valores, las ideas, las palabras que día a día nos conectan. Es la ley del acuerdo, la comprensión, el entendimiento y la buena fe.
Para podernos comprometer, encarnar y asumir a cabalidad la poderosa Visión y Misión en que nos embarcamos requerimos una mente enlazada con el cuerpo de nuestra institución, conformada por todos.
El presente IDEARIO ALMEYDANO, en su Primera Edición, quiere ser entre otras cosas un amable revelador de todo el pensamiento detrás de nuestro proyecto educativo, un recordatorio de nuestros principios y una presentación amistosa para quien se acerca a nuestra comunidad.
Índice
“Sólo el motivo le imprime calidad a nuestras acciones”.
Jean de La Bruyére (1645-1696) filósofo, pensador y escritor francés.
ACTUAR
Al actuar manifestamos lo que somos. El hacer nos da forma, nos expone. Nuestros actos nos definen. Debemos querer rimar nuestro hacer con los más nobles ideales. Entonces revelaremos nuestra gran y real estatura, desataremos así nuestro potencial gigantesco. A través de nuestros actos realizamos el poder de nuestra voluntad. La inacción es sinónimo de inerte, la acción es sinónimo de vida, que está siempre en movimiento. El estado natural es la actividad, la creatividad jamás ociosa de la naturaleza.
AUTONOMÍA
del griego “autos-nomo”, por sí mismo; reglas, ley.
El propio gobierno. Vivir bajo leyes propias. Gobierno de sí mismo. Autorregulación.
El cambio como dinámica intensiva actual empuja a una flexibilidad personal que simpatice y sintonice a su vez con el curso del contexto, de la sociedad. Aplicarse normas propias, seguirlas y con ello obtener progreso, productividad y crecimiento personal es vital, subsanando cualquier dependencia de lo global. Esta autonomía, en todo ámbito, aspira a conservar, mantener la honestidad e integridad de conciencia a la vez que se participa contributiva y amablemente de la sociedad, sin renunciar por ello a los más altos valores alojados en nosotros, producto de la herencia, el desarrollo y la meditación personal.
“Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener resultados diferentes. Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”
Albert Einstein. Físico judeoalemán. Premio Nobel 1921.
COHERENCIA
del latín “cohaerentia”, conexión o relación entre dos cosas distintas.
La coherencia es una consecuencia de una postura anterior, de un principio o causa previa. A todo aquello que hemos definido previamente le sigue un resultado, una consecuencia. Principios y valores sólidos y elevados, resultan en posiciones elevadas, gratas y permanentes. Podemos emplear las leyes del pensamiento para progresar en el sentido de nuestra última meta, consistente en el perfeccionamiento de nosotros mismos. No podemos aspirar a conseguir grandes cosas, por la vía del atajo o por caminos que no sean grandiosos.
“El Amor y la tos no pueden ocultarse”. Proverbio italiano.
CONGRUENCIA
del latín “congruentia”, asociado a correspondencia, coincidir, conveniencia.
Entre nuestros pensamientos, palabras y actos debe existir una relación lógica. Junto a unos deben ir los otros. Esto es ser congruente. Una cosa viene con otra. Pensamientos o palabras y actos caminan de la mano, sin contradicción alguna. Cualquier oposición es aparente. Si pensamos o decimos una cosa y hacemos otras, esto delata la existencia de un pensar subterráneo que se opone a lo que pronunciamos. Nuestro actuar revela nuestro más hondo pensamiento, lo afirma, lo confiesa.
De algún modo siempre expresamos congruencia y ha de intentarse que sea en el orden de nuestros más elevados deseos.
Para que se exprese una idea o para sentir algo anhelado, nuestros actos deber ser los que convienen a estos objetivos, lo opuesto es un fallo.
“Un hombre es la suma de sus acciones, de lo que ha hecho, de lo que puede hacer, nada más”.
John Galsworthy (1867-1933 ), novelista y dramaturgo inglés.
CONSECUENCIA
del latín “consequentia”. Hecho que se sigue o resulta de otro.
Aspiramos a que a un metro ganado aquí, le siga otro metro ganado allá. Cada desarrollo logrado, conduce a una evolución sin detención, a una continua mejoría de todas nuestras capacidades.
La consecuencia quiere expresarse también en sucesivos actos hilvanados por los recios principios que presiden la comunidad educativa y que en suma impulsan y orientan hacia los diversos logros y éxitos que han de encarnarse en los alumnos.
Es el modo consciente de actuar y operar, en resonancia con los altos valores en ejercicio.
“Todo empieza como nada” Ben Weissenstein (1989) Joven emprendedor estadounidense.
CREATIVIDAD
del latín “creare”, crear, producir.
La capacidad de producir una nueva idea, de ofrecer una respuesta original, de aportar soluciones diferentes, son expresiones típicas de la creatividad. A través de la asociación de lo antiguo con lo nuevo, de la mezcla inaudita de recursos o de combinar novedosamente las cosas es que se obtiene un resultado que por sí mismo sabrá distinguirse de los otros.
Queremos dar siempre una orientación bienhechora a esta colosal fuerza del espíritu humano, y a través de la cual se sustenta y perpetúa la vida a sí misma, desde su origen.
“Aut inveniam viam aut faciam”, “Encontraré un camino, o haré uno”, Proverbio latino.
EMPRENDER
del latín “in-prendehere”, tomar hacia dentro, atrapar.
Hacer o empezar algo complejo.
En nuestros tiempos un camino cada vez más común, sobretodo en el plano laboral y financiero. En el emprendimiento se reúnen los talentos, ideas, esfuerzos y recursos a través de una organización y planificación eficiente en pos de un resultado, ya sea de negocios, social, deportivo, personal, etc. Emprender es comenzar un proyecto propio o en conjunto, administrarlo y conducirlo. Todos debemos emprender sí o sí nuestro propio desarrollo personal y conviene aprender los secretos del arte. En esto, el Liderazgo es un pilar fundamental, imprescindible e insustituible.
«El Éxito sin honor es el mayor de los fracasos”
ÉXITO
del latín “exitus”, que significa salida. Refiere a lo que surge, resulta o sale de una acción, de una tarea, a lo traspasa de un lado a otro.
Alcanzar nuestros legítimos deseos, anhelar ver cumplidas nuestras más nobles aspiraciones, querer tocar la cumbre de nuestro perfeccionamiento y desarrollo personal en todos sus ámbitos debiera constituir el móvil de nuestra vida, el sentido y propósito a perseguir durante nuestra existencia y a la que supeditar nuestros esfuerzos, planes y labores. El verdadero y último éxito consiste entonces en lograr convertirse en el ideal más elevado posible e implica sucesivas unidades de éxitos previas, ganadas paso a paso, etapa por etapa.
FUTURO
del latín “futurum”, lo que ha de ser.
En general, lo que vendrá, dimensión temporal que sigue al presente. También sinónimo de destino, suerte, en lo que resultará algo o alguien. Tener futuro es, dadas las actuales circunstancias y acciones, estar pavimentando un camino que dirige a buen sitio.
El futuro es una extensión del presente, ya está aquí al menos en sus gérmenes. En el presente estamos sembrando las semillas del futuro. Y como tal, impacta en nuestra realidad, ya que a través de las expectativas y metas provoca e impulsa nuestras actuales acciones. Pensar el futuro como un destino nos regala la oportunidad de practicar la visión, la planificación temporal, de tirar líneas de acción que guían y conectan un momento con otro, un peldaño con los siguientes.
Una satisfacción futura nos sacude, nos motiva y encauza nuestros recursos haciéndolos converger hacia un punto de destino.
Si aceptamos jugar un poco, y si somos conscientes de este juego, el futuro es predictor de nuestro presente.
“La Imaginación es más importante que el conocimiento” Albert Einstein (1879-1955), físico judío alemán.
IMAGINACIÓN
del latín “imaginatio”, representación, imagen, figura.
La Imaginación es un poder o facultad inherente al ser humano. Consiste en dar forma en nuestro ojo mental a las cosas e ideas, visualizarlas en nuestra mente, formarlas deliberadamente allí. Lo que imaginamos vívidamente se convierte en un germen o semilla de realización y engendra poco a poco un impulso a manifestarse tarde o temprano, a materializarse. Unida a la emoción de la fe, de la confianza y de la certeza, nos inclina a actuar para convertirnos en aquello que imaginamos ser.
El ejercicio de la imaginación presta gran servicio al aprendizaje, al despliegue de la inteligencia, al desarrollo de nuestras facultades mentales y materiales, al éxito de nuestros planes y sueños. Todos los grandes hombres han empleado la imaginación y la mencionan como el gran secreto de la realización.
“No escuches a los amigos cuando el amigo interior dice ‘Haz esto’ ”
Mahatma Gandhi (1869-1949) Político y Líder espiritual indio.
INDEPENDENCIA
del latín “in+dependere”, que no pende o no está colgado o sostenido por otro.
En nuestro ideario, sinónimo y matiz de libertad, en un modo que apunta a conducirnos intelectual y materialmente emancipados con respecto a otros y de acuerdo a los planes trazados para nuestro desarrollo y crecimiento. Independencia intelectual para reflexionar deliberadamente y no contaminar la razón con influencias sesgadas, material para no desviarnos de los caminos que dirigen hacia nuestra salud, prosperidad y empleo recto del tiempo en beneficio propio y de la sociedad.
“Un profesor trabaja para la eternidad: nadie puede decir dónde acaba su influencia”
Henry Brooks Adams(1838-1918) , escritor estadounidense.
INFLUENCIA
La naturaleza ha querido que todo irradie energía. Prácticamente cada cosa arroja su influjo sobre todo y sobre cada cosa el todo lanza su influjo.
En el plano personal, relacional y organizacional es semejante. Las atmósferas de los salones, el clima del aula y los ambientes de los pasillos confiesan siempre, sutil o fuertemente, su vibración, su tono, su energía. Irradiamos lo que somos. No podemos irradiar lo que no somos.
No puedo incentivar la labor en otros si realmente yo mismo holgazaneo. Sólo si yo mismo poseo y ejerzo el deseo ardiente de conocimiento puedo asimismo transmitirlo a los otros. Saldrá desde mis ojos, se revelará con mi mirada, se comunicará secretamente en mis gestos. Tu amor sincero por los libros se reflejará en tus manos. Tu respeto se manifestará en tus modos. La nobleza se aloja en tu porte y en tu rostro.
Impactamos cada centímetro que pisamos con el magnetismo de quien somos. Cada pensamiento imprime en los salones una huella. La pureza de los niños percibe cada noble alegría interna que irradiamos. Nuestra higiene psíquica limpia y promueve buenas intenciones. Bañamos cada sitio por donde transitamos día a día.
Nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestros deseos y nuestras acciones están influyendo siempre a toda existencia a la redonda.
“Todos los necios son esclavos” Máxima estoica.
LIBERTAD
del latín “libertas”, libre, no esclavo.
Escoger el propio destino, hallar el espacio para materializar el legítimo proyecto vital sin restricción ni coacción, es un ideal deseable de meditar, sentir y encarnar. El respeto hacia cada individuo, hacia cada potencial único junto con su despliegue, sin tenazas intelectuales ni sentimentales, es el aire que cada cual quiere dichosamente respirar. La diferencia esencial con que cada uno sirve, enriquece y engrandece a la sociedad, reafirma la determinación de alentar vigorosamente la persecución de todas las posibilidades para alcanzar sus sueños, metas e ideales.
“Si sus acciones inspiran a otros a soñar más, aprender más, lograr más y crecer más, entonces usted es un Líder”
John Quincy Adams (1767-1825), estadista estadounidense.
LIDER
Un puerto de arribo, una tripulación, una ruta, un timón, una motivación, un líder. Cualquier proyecto, alta ambición y grandioso propósito requiere la presencia de un líder, de alguien que dirija con determinación y carácter la travesía. No se puede improvisar, pero sí hacer surgir, preparar, perfilar. Nuestra vida personal, única e intransferible es el mayor y más grande viaje cuyo capitán es uno mismo. En algún momento hemos de asumir su conducción, es decir, darle una meta y perseguirla.
Hay variados tipos de liderazgos, formal, informal, etc. Jefe y líder no son lo mismo, pero pueden serlo. El jefe manda, el líder influye.
“La ocasión hay que crearla, no esperar a que llegue” Francis Bacon (1561-1626)
OPORTUNIDAD
del latín “opportunitas”, antes o frente al puerto, delante de una puerta.
Ocasión en que tenemos delante una puerta o una salida a la situación y momento en que estamos.
La innovación, la adaptación y la incertidumbre de escenarios protagonizan particularmente en el S. XXI como rasgos y valores ya necesarios e imprescindibles para el contexto. El sentido de oportunidad, la ocurrencia, la visión de futuro y la velocidad son factores a involucrar en cualquier programa que ambicione estar a la altura de las circunstancias, además de constituir una rotunda palanca del éxito. Entrenarse en la detección del momento y lugar adecuado es una exigencia natural contemporánea.
“Si piensas que puedes, es cierto; si piensas que no puedes, también es cierto”
Henry Ford. Empresario, industrial e inventor estadounidense.
PENSAR
Nuestros pensamientos engendran emociones, nuestras emociones nos mueven a actuar, nuestros actos van definiendo nuestro destino. Los pensamientos son origen y causa de mucho de lo que vivimos. Un pensar recto, nítido y noble nos fabrica una vida recta, noble y exitosa.
El empleo de la razón, la reflexión y la lógica nos ayuda a conocer, comprender y adaptarnos. Es un don único que conviene aprender a usar y dirigir. La facultad del pensamiento nos permite, a través de la inteligencia, meditar en los valores, asimilarlos y desear incorporarlos.
“Decir lo que sentimos. Sentir lo que decimos. Concordar las palabras con la vida.”
Séneca (4 a.e.c – 65 e.c.) filósofo estoico, escritor, orador romano.
SENTIR
del latín “sentire”, experimentar una sensación.
El sentir es el motor. La emoción literalmente nos mueve, es aquella impresión interna que nos impulsa o no a hacer o dejar de hacer algo. Su cuidado, detección y canalización es vital; debemos deliberadamente hacernos conscientes de ellas, detectarlas, controlarlas, expresarlas, elevarlas. Nos abren la posibilidad de experimentar la dicha, la alegría, el éxtasis, el compartir, el añadir calidad a nuestros vínculos. Nos permiten el entusiasmo, el compromiso. Constituyen nuestra fuerza o debilidad de ánimo. Son también un especial radar interior que nos revela la aceptación o no de lo que vivimos, nos revelan la honestidad propia con respecto de las circunstancias.